lunes, 7 de diciembre de 2015

Gone Girl ¿Henrik Ibsen o August Strindberg?

Esta pieza se caracteriza por tener un conflicto aparentemente claro. Pudo escribirla tanto Ibsen como Strindberg puesto que la misma está llena de simbolismos, pequeños guiños para el espectador, siendo obsequios del autor que son una suerte de pistas para nada predecibles por supuesto. Por un lado, está Ibsen rompiendo con todo lo que se creía: la mujer, el ideal de la familia, el rol del hombre, lo prohibido, la mentira. Sin embargo consideramos que la película apunta más al estilo de Strindberg, podemos relacionar su personalidad ya que él se sintió atacado y perseguido por el feminismo, notándose esto en la manera en que el personaje principal juega un papel clave donde deja claro la astucia e inteligencia de la que es dotada la mujer para llevar a cabo el asesinato sin levantar ninguna sospecha, usando su rol de fémina como ventaja para ganar.


Además la mentira vital nace del odio, o venganza aunque no sepamos con exactitud, Amy que es la causante del conflicto es obsesiva, inteligente y perversa. La película tiene ese factor misterio de Strindberg puesto que solo tenemos pequeñas pero importantes pistas que te guían, o eso parece, a lo largo de la historia, lo que te hace dudar hasta el final de los personajes, no sabes qué argumentos son reales ni quién dice la verdad; y claro, el desenlace siempre es una maravillosa, o tortuosa, sorpresa para el lector/ espectador.